jueves, 20 de diciembre de 2007

Epìlogo santiaguino

Cómo me gusta esta ciudad en pleno movimiento, si en invierno me pareció animada, ahora con el verano en puertas y en plenas fechas navideñas, la gente se agolpa en las calles y plazas, pese al calor que te aplasta contra el asfalto.
 
Ha sido un mes estupendo, he visto paisajes increíbles, conocido a un montón de gente. Empecé por los lagos valdivianos, allí encontré la amistad de gente de "La última frontera", luego recorrì Chiloè de punta a punta, con una gente de lo más afable y acogedora, luego la negación por los canales magallánicos,Torres del Paine, Punta Arenas, Ushuaia, Calafate, la Patagonia rebelde de Soto "el gallego", un trocito de Aysèn, Concepcìon y de nuevo en Santiago.
 
Anoche fui a "El Perseguidor", se alegraron de volver a verme, aunque se decepcionaron un poco al enterarse que no me quedaba para fin de año. Actuaba un cantautor argentino acompañado de un chelo, cuando llevaba un par de temas llamó al escenario a Fito Pàez que estaba sentado en una mesa, para que lo acompañase al piano, luego cantó Fito, todo un regalo de despedida.
 
 

martes, 18 de diciembre de 2007

... y llegó el final

Pasado mañana regreso, es una pena, me gustaría continuar viaje y contaros cosas, pero por este año no hay más. Hoy estoy en Concepción, en el centro geográfico de Chile, no estoy por ningún motivo especial, en principio no tenía pensado venir, pero tampoco quería llegar con mucha antelación a Santiago. He aprovechado para ir a ver el Huáscar, este es un destructor capturado a los peruanos en la guerra del pacífico, construido en Inglaterra, fue uno de los primeros destructores acorazados hace unos 150 años. Cuando comenzó la guerra, los chilenos sabían de la superioridad de la marina peruana y del peligro que suponía el Huáscar, sobretodo después de la batalla de Iquique. Fue entonces cuando decidieron volcarse en su captura, hasta que lo consiguieron. El barco se encuentra en perfecto estado, pese a llevar desde 1901 fuera de servicio. El barco esta en la base naval de Talcahuano, un pequeño pueblo pesquero con gran actividad y donde lobos marinos, pelícanos y gaviotas luchas por los restos de pescado que arrojan desde el mercado.

domingo, 16 de diciembre de 2007

Camino de Santiago (de Chile)


Ya he comenzado el camino de regreso, he dejado atrás Aysén, con pena porque me pareció un sitio maravilloso, pena del tiempo que me queda y las comunicaciones allí no son fáciles, para salir tuve que volver a Argentina por el paso fronterizo de Los Huemules, luego por una carretera de grava 200 km, hasta alcanzar la ruta 40 de allí a Bariloche y ahora estoy en Osorno, muchas horas de viaje, aquí descubrí la Asociación de Artesanos, algo así como el Círculo de Coruña con ancianos jugando a las cartas y viendo la televisión, pero hacen una cerveza artesanal de impresión, entre 7 y 8 grados, no lo saben a ciencia cierta, y unas empanadillas que quitan el hipo, lo de la cerveza me lo contó un paisano en el bus, lo otro me dí cuenta en cuanto vi que continuamente entraba gente a recoger paquetes con encargos, 1 docena, docena y media dos,...
 
El resto de la ciudad no merece mucho la pena sólo que hoy hace un día de verano y ya hacía varios que no veía el sol, he pasado de estar a casi bajo 0º a achicharrarme.
 
Nos vemos pronto.

viernes, 14 de diciembre de 2007

El viento barre la Patagonia


Hola a todos desde Coihaique, acabo de llegar a la región del Aysen chileno, pero comenzaré por el principio. Mi idea inicial era subir por la ruta 40 argentina que bordea los Andes y en Los Antiguos pasar a Chile Chico, pero no encontré pasaje hasta el sábado por lo que tuve que ir hasta Río Gallegos, es la capital de la provincia de Santa Cruz, desde aquí un ferrolano, Antonio Soto dirigiendo a un grupo de gallegos realizó en 1920-21 la mayor sublevación de obreros agrarios de Argentina, la cosa acabó mal, el ejercito al mando del coronel Varela fusiló a 1.500, entre ellos al propio Soto, esto se cuanta en el primer tomo del libro "La Patagonia Rebelde" de Osvaldo Bayer, os dejo el enlace. Desde allí por la tarde cogí un bus que a través de la ruta 3 que va paralela a la costa atlántica me llevó hasta Caleta Olivia y desde allí a Los Antiguos, una furgoneta me acercó los 7 km que hay hasta Chile Chico, de allí en transbordador 2 horas y media para cruzar el lago General Carreras hasta Ibañez y desde allí en microbus a Coiaique.

Así que crucé la estepa patagónica de oeste a este, de sur a norte y luego de este a oeste, el paisaje siempre el mismo, enormes llanuras barridas por fuertes ventiscas, incluso la travesía del lago parecía más bien que estuviésemos navegando por el océano, pero valió la pena, luego el camino en microbus por la carretera de montaña que cruza los Andes fue de una belleza absoluta, lagos, serpenteantes ríos, glaciales, frondosos bosques y un atardecer sobre las cumbres nevadas que no olvidaré nunca.

Bueno ya veis un viaje de lo más completito, pero ahora voy a contaros una anécdota que me pasó con tres gauchos en un boliche de la Patagonia..., mejor no, os lo cuanto a la vuelta sino no me va a quedar nada

lunes, 10 de diciembre de 2007

Un falso gallego en Ushuaia


Esto fue lo que me dijo la chica del hostal cuando vio mi pasaporte, al final resultó que era nieta de un ferrolano de Canido que también llegó hasta el fin del mundo.


Hice el viaje en autobús desde Punta Arenas, cruzamos en estrecho de Magallanes por el Norte de la isla de Tierra del Fuego, el mar manejaba el transbordador a su gusto y las olas pasaban por encima comi si se tratase de una chalana, eso que comentaban que el mar estaba em calma, normalmente hay que esperar varias horas para cruzarlo, el día anterior fueron 9. Atravesamos la parte chilena hasta el paso de San Sebastián, donde entramos en territorio argentino, de allí a Río Grande, en la costa atlántica y de alli cruzamos la isla de este a oeste hasta Ushuaia. Hasta Río Grande la isla es una enorme planicie como un verde mar lleno de ovejas, luego el terreno se va ondulando y haciendo más abrupto, la pradera deja lugar a frondosos bosques y pronto no vemos atravesando un nevado maciso montañoso. Bajando hacia Ushuaia comenzó a nevar y ya no paró.


El entormo es precioso, mires para donde mires ves paisajes para fotografiar, la ciudad también lo es pese al frío, auque hoy salió el sol y se hace más soportable. Los días son muy largos anochece cerca de las 12 y a las 4 ya es día.


Por la mañana subí hasta el glacial del Matrial, que está justo encima de la ciudad, 7 km de empinadas cuestas, pero valió la pena, aunque ahora me encuantre para el arrastre.

sábado, 8 de diciembre de 2007

A 12.500 km. de casa y 4.000 para el polo sur


Ayer tuve que acabar apresuradamente ya que habían cerrado el ciber, pero como os iba contando llegué a Puerto Natales, capital de la provincia de Última Esperanza, a las 7 de la mañana, y apenas media hora después estaba de camino de Torres del Paine. Es un parque increíble, unos cuantos lagos, glaciares en una cordillera que es la más joven del mundo, sólo 20.000 años, la edad de los Andes es de 40.000, allí me pegué otra buena pateada.


De vuelta a Puerto Natales dí un paseo por el pueblo haciendo tiempo para el bus de Punta Arenas, toda su actividad gira en torno al turismo sólo hospedajes, agencias de viajes, restaurantes y muchas pizzerías, dónde van muchos gringos siempre se llena de ellas, vamos un sitio para no pasar demasiado tiempo.


El viaje hasta Punta Arenas fue bastante aburrido, tres horas de llanuras sólo quebradas por la infinita recta de la carretera, los 250 km. que separan ambas ciudades debieron de ser trazados sólo con una regla. Si unimos al paisaje el hecho que llevaba desde las 4 de la mañana en pie porque a esa hora el barco pasaba por la "Angostura del Inglés", es el paso más estrecho de los canales, apenas 80 m. de ancho por un canal en el que la nave tiene que efectuar continuos zizagueos para evitar los islotes, me fui al puente de mando y atentamente seguía las instrucciones del capitán al piloto, indicándole giros a babor y estribor.


Punta Arenas es una ciudad a la orilla del estrecho de Magallanes, de grandes avenidas arrasadas casi siempre por el gélido viento antártico, cantidad de antiguos edificios señoriales que vislumbran el activo pasado de este puerto antes de la apertura del canal de Panamá.

viernes, 7 de diciembre de 2007

...O errante navegante...

Así dice el estribillo de "Terra", de Caetano Veloso, lo titulo así por que fue lo que me vino a la cabeza una noche en la proa del barco navegando por los canales. Pero voy a entrar en materia porque después de tantos días tengo mucho que contaros.

Como os decía en mi último correo, según lo previsto embarcamos el martes a las 7 y apenas una hora más tarde estábamos zarpando de Puerto Montt, una mañana esplendida, el mar como una balsa de aceite, hay que tener en cuanta que en realidad es un mar casi interior, que forman entre la costa de Aysen y el archipiélago de Chiloé, a la tarde rebasamos el archipiélago pero apenas se notó, al final día empezamos la navegación por los canales patagónicos, el atardecer con el sol que hacía fue todo un espectáculo.

A la mañana siguiente amanecimos surcando el Pacifico en mar abierto, el ferry se movía para todos los lados y la gente empezaba a caer rendidos por el mareo, por la tarde cruzamos el golfo de Penas, que aquí se considera algo así como La Marola, "quien lo pasó, pasó todos los mares". Ahí aparecieron un grupo de delfines, jugando con la nave, se dejaban adelantar para luego arrancar velozmente y cruzarse por delante en una cabriola, luego unos atunes saltando sobre las olas, una orca que desafió al barco hasta darse cuenta del tamaño de lo que se le venía encima y corrigió bruscamente su rumbo. Por la tarde volvimos a los canales, al de Messier, el más profundo, llega hasta los 1.200 m., así pasó el día, mirando el mar y la fauna que iba apareciendo.

El tercer día fue el más entretenido, al amanecer recalamos en Puerto Edén, una base militar con alrededor de 250 habitantes, en su mayoría kaweskar, de los cuales subieron al barco un par de familias de viaje hasta Puerto Natales. Os cuento más sobre ellos porque me parece interesante, los kaweskar, como a ellos les gusta que les llamen aunque le nombre que le dieron los conquistadores fue el de alacalufes, junto con los yamanes (yaganes), eran tribus canoeras, realizaban toda su vida subidos en una canoa navegando por los canales, allí cazaban lobos marinos, pescaban, dormían, comían y parían. Mantenían en el centro de la misma canoa, hecha con un sólo tronco, una hoguera que les calentaba y les permitía cocinar. Se daban por extinguidos, hasta que en 1930 cuando se montó la base militar descubrieron que vivian un grupo muy importante de ellos. En 1950 en gobierno decidió asentarlos, les construyó casas, los escolarizó, ese fue el fin de su vida nómada, luego el alcoholismo y las enfermedades hicieron el resto, hoy quedan alrededor de 200, de los cuales sólo 5 son puros. De los yamanas sólo queda una anciana en Punta Arenas, las otras tribus desaparecidas eran los selknam (onas) y los aonikenk (tehuelches), que habitaban las montañas y las estepas, de los cuales no queda ningún rastro, a ello contribuyeron las cacerías que se organizaban hasta el siglo XX y que el mismo Darwin los hubiera calificado de sub-humanos.

A media mañana llegamos al glaciar Pío XI, el más grande de América, tenéis fotos en el nuevo álbum:
http://picasaweb.google.com/rafaelperseguidor/Patagonia

Bueno os dejo que me cierra el ciber, mañana más

lunes, 3 de diciembre de 2007

Varado en Puerto Montt

Cuando me disponía a embarcar me llevé la triste noticia, debido a las condiciones climatológicas el barco no zarpa hasta mañana a las 7, decepcionado me meto en en primer ciber y me pongo a escribiros, aprovechando que tengo tiempo he buscado un mapita con la ruta que realizaremos durante estos 4 días, al final, si es verdad que partimos mañana, esta previsto que arribemos a Puerto natales el viernes a las 7 de la mañana.

Ayer he aprovechado para hacer compras de última hora, algo de ropa de abrigo y unas provisiones, por si la comida es escasa.

domingo, 2 de diciembre de 2007

Bajo el cielo azul de Puerto Montt


Así decía una empalagosa balada de "Los Iracundos", cuando tenía alrededor de los 9 años, al principio creía que era un acrónimo de Montevideo, pero entonces mi tío Andrés me dijo que era un puerto ballenero al sur de Chile, mi imaginación se disparó e influenciado por las lecturas de Salgari, me imaginaba un sitio muy lejano lleno de siniestros marinos bebiendo ron. Unos años después, cuando ya contaba 15 llegó la proclama beligerante de Víctor Jara, "Puerto Montt, oh Puerto Montt", entonces ya en Galicia me resultó aún más lejano.
 
Puerto, como lo llaman aquí, no tiene nada de romántica ni de beligerante, es una ciudad caótica, sucia, con calles levantadas por doquier, seguro que es fruto del gran crecimiento que sufrió en los últimos años que la llevó a duplicar su población, de hecho es la cuidad de América de mayor crecimiento de población en la actualidad.
 
Ayer dormí en Frutillar, en el lago de Llanquehue, es el ejemplo de un pueblo bipolar, al borde de la Panamericana crece una población como cualquiera de del sur, bulliciosa llena de pequeños comercios, a 4 km, Frutillar Alto, junto al lago se descubre una localidad centro europea, fruto de "los colonos", tranquila con señoriales casa precedidas de floridos jardines, dos calles paralelas al lago llenes de pastelerías y salones de té, otro mundo, Frutillar Bajo.
 
Con mala elección decidí probar surte en el Bajo, me negaron hospedaje en todos los sitios, me miraban de arriba abajo y pensaban, barbudo con mochila, esta todo ocupado, me respondían. Ya estaba a punto de desistir, decidí hacer la última intentona en una pastelería que tenía un cartel de hospedaje, allí me atendió una anciana de rasgos teutones que no puso ningún problema en ofrecerme una acogedora habitación. Lo mejor fue el desayuno, me trató como si fuera mi abuela, me dio a probar de un montón de tartas, y yo como le decía que todas estaban buenísimas, y era verdad.
 
Luego por la mañana estuve recorriendo otras poblaciones del lago, Puerto Octay, Llanquihue, Puerto Varas, esta último igual que Frutillar pero mucho más grande, con casino y tiendas de lujo.

sábado, 1 de diciembre de 2007

Se me paro el reloj en Puñihuil


Ayer viernes me fui de Castro a Ancud para coger un bus que salía a las 12 para Puñihuil, es una deshabitada bahía en la costa pacífica, en la cual a unos 500 m de la costas hay 3 islotes en las cuales en primavera anidas pingüinos de Magalanes y de Humbold. Al final en bus me dejó a 3 km. que tuve que hacer a pie con el mochilón, ese no fue mayor problema, a pesar de que cuando salí de Casto lucía un hermoso sol, a medida que iba bajando hasta la playa el cielo se iba poniendo más negro, ya cuando estaba llegando empezó a descargar una tormenta que no tenía atisbos de ir a parar. Una vez en la playa fui hasta un bar donde se reunen los pescadores, ya no con intención de que me llevaran a las pingüineras, sino simplemente para buscar refugio. Allí conocí a Francisco un marinero con la piel curtida por el mar y el sol, que ya me avisó que hoy con la tormenta no iban a salir pero que al día siguiente iba a cambiar. Le pregunté si había alguna forma de dormir por allí, en principio me dijo que no, pero al cabo de un rato me envió a una casa que quedaba encima de la playa, allí vivía su hermano que era el encargado de un grupo de cabañas de un argentino que tenía para alquilar en verano. Por 8 euros me dejó una impresionante en medio de un acantilado de frente al mar, un sitio genial para vivir la tormenta. Ya por la mañana volví a la playa y al final Francisco me llevó a ver los pingüinos, tenéis fotos en el blog. Bueno, ya estoy ansioso que llegue el lunes y embarcar hacia Puerto Natales, el viaje durará 4 días , así que hasta el jueves no volveréis a tener noticias.